Después de un verano bastante convulso y un tropezón doloroso en la Supercopa, el Barça intenta volver a la normalidad con el inicio de LaLiga, y los catalanes dieron un paso importante con una victoria trabajada frente al Betis. Con el partido prácticamente resuelto, Ernesto Valverde decidió seguir probando, y es que sigue en busca de las mejores soluciones para afrontar la temporada.

A pesar del prometedor debut de Nélson Semedo, el extremeño no ha perdido la confianza en Aleix Vidal, que, salvo algún borrón durante la Supercopa, también ha mostrado un buen rendimiento en el lateral. Por eso, y por las ausencias en la delantera, el de Puigpelat saltó al campo para relevar a Gerard Deulofeu, mostrando una alternativa desconocida hasta el momento.

Con el portugués y el catalán juntos sobre el terreno de juego, el Txingurri situó, a priori, un doble lateral en su banda derecha, puesto que ambos son los candidatos principales a arrancar en el flanco diestro de la defensa. A pesar de todo, los dos tienen también mucha experiencia como atacantes, ya que empezaron su carrera en posiciones más adelantadas antes de afianzarse como carrileros.

Messi, la clave

Con Semedo algo tímido en tareas ofensivas y Aleix mostrando algunas lagunas defensivas, fue este último el elegido para situarse por delante, demostrando que sigue entendiéndose a la perfección con Leo Messi. De hecho, ambos futbolistas combinaron varias veces con peligro, e incluso el argentino generó una gran ocasión que el tarraconense no logró rematar por escasos centímetros.

Aunque no parece que la prueba vaya a convertirse en un contínuo durante la temporada, Valverde sí tomó buena nota del funcionamiento entre sus dos laterales titulares, apuntando una alternativa más por si necesita soluciones durante un curso al que, de momento, no han llegado fichajes para el ataque.