Clément Lenglet se ha hecho en la presente temporada con el puesto de titular junto a Gerard Piqué en el eje de la defensa del FC Barcelona. El defensa francés se ha adaptado al estilo del equipo catalán como un guante y ha maravillado al barcelonismo. Sin embargo, este miércoles contra el Liverpool le tocó vivir una auténtica pesadilla.

Esa pesadilla se llama Mohamed Salah y es, desde la pasada temporada, uno de los delanteros más desequilibrantes del planeta. El futbolista egipcio realizó una actuación memorable en el Camp Nou y volvió loca a la defensa culé. Especialmente a un Lenglet que tuvo serias dificultades para evitar las envestidas del crack 'red'.

Tras el encuentro, reconoció lo difícil que le fue lidiar con la presencia de Salah. "Fue un período del partido difícil. Tuve que adaptarme a la distancia a la que tenía que mantener a Salah. No puedes dejarle espacio para que juegue el balón en profundidad pero al mismo tiempo debes estar lo suficientemente cerca como para entrarle en el momento apropiado. Fue un poco mejor pasados esos 20 minutos, aunque estos partidos son siempre difíciles", comentó.

Lenglet comentó que, con el paso de los minutos, consiguió centrarse y ser más eficiente ante las acometidas del Liverpool. "Después del inicio encontré un poco más fácil colocarme y analizar a qué distancia debía estar para mantenerlo de espaldas a portería tanto como fuese posible y para poder tener, cuando giraba, tiempo para obtener ayuda de mis compañeros", explicó.

Además, comentó una curiosa anécdota sucedida durante el partido: que perdió un diente en una de las jugadas. "Perdí un trozo de diente, pero no es serio. ¡Estoy contento de seguir perdiendo trozos de forma regular si seguimos ganando!", aseguró ante el periodista de RMC.

Lenglet vio una amarilla sin consecuencias

En el primer tiempo, como consecuencia del sufrimiento que tenía Clément Lenglet con Salah, se vio obligado a frenar al egipcio agarrándole en una jugada por la banda, siendo amonestado. A partir de semifinales de Champions League, las cartulinas amarillas no se acumulan de cara a la final por lo que, si el francés ve otra, podrá estar en el Wanda Metropolitano en caso de pasar ante el Liverpool. Eso sí, una roja sí le impediría estar.