El FC Barcelona consiguió una cómoda remontada ante el Villarreal en un Camp Nou que vio como Ousmane Dembélé, uno de los jugadores por los que el club catalán se gastó una millonada con el objetivo de hacer olvidar a Neymar, firmaba la mejor actuación hasta la fecha desde su desembarco a Barcelona participando en prácticamente todos los goles.

El cuarto gol fue, probablemente, el de más bella factura, aunque no porque el francés lo anotase, sino por la jugada de Ivan Rakitic. El croata condujo el balón, se tiró un autopase por la banda, sorteó a un segundo defensa con un nuevo autopase y le dio la asistencia de gol a Dembélé, que solamente tuvo que poner el pie.

En esta ocasión, el croata y el francés se intercambiaron los roles. Si hasta ese momento del partido había sido Ousmane Dembélé el encargado de hacer jugadas impresionantes ara que las terminasen compañeros suyos, ahora sería Rakitic el que tiraría de repertorio y Dembélé el que remataría sin oposición.

Tras el partido, Ivan Rakitic quiso reclamar, en tono de humor, su parte de mérito en el primer tanto del doblete de Dembélé. "No te la he puesto mal @Dembouz, ¿no? Enorme un día más todo el equipo", escribió el centrocampista croata en su cuenta oficial de Twitter, mencionando al delantero francés.

Dembélé, de menos a más

Ousmane Dembélé no está teniendo demasiada suerte, por el momento, como jugador del FC Barcelona. Las lesiones se han cebado con él desde su desembarco en el Camp Nou, algo que ha hecho que le cueste adquirir el tono físico adecuado con tal de sacar a relucir todo su nivel.

Pese a que su trayectoria ha sido irregular, su partido contra el Villarreal puede marcar un antes y un después. La confianza del francés debería de ir en aumento después de su recital ante el equipo castellonense, siendo el jugador más destacado del encuentro.