En el mercado de fichajes del año 2017, llegó al FC Barcelona un fichaje que muy pocos entendieron: Paulinho Bezerra. En esos momentos, Neymar acababa de abandonar el equipo y tanto la afición como la prensa esperaban un refuerzo de relumbrón, pero lo que llegó fue un centrocampista de 29 años que había fracasado en Europa, aunque lo estaba haciendo bien en China.

Sorprendentemente, Paulinho tuvo un gran rendimiento desde el primer momento de su debut. Sus incorporaciones desde segunda línea y su despliegue físico enamoraron pronto a la afición del FC Barcelona, que vio como acababa la temporada como cuarto máximo goleador del equipo con ocho dianas.

El jugador era fundamental para los planes de Ernesto Valverde, que acudió frustrado al episodio que se dio el pasado verano: la venta del brasileño a la Superliga de China por 50 millones de euros. El club necesitaba dinero y esa venta fue importante, pero no gustó nada al Txingurri, que le consideraba fundamental.

Valverde utilizaba a Paulinho como un jugador para desatascar partidos gracias a que, con su llegada y olfato de gol, era un incordio para aparecer desde segunda línea, además de ser un jugador muy útil en la recuperación y la presión. Por todo ello, ahora le echa de menos, ya que no ha encontrado a ningún jugador que haga sus tareas.

El FC Barcelona trajo a Arturo Vidal para tapar la baja de Paulinho, pero el chileno está demostrando que va por otro camino. Hasta el momento, no ha conseguido ser decisivo, algo que sí fue el brasileño desde el primer día. y Valverde lo sabe y echa de menos a ese mediapunta con gol y recorrido hacia posiciones defensivas.

¿Por qué se vendió a Paulinho?

Básicamente, el motivo por el que el FC Barcelona accedió a vender a Paulinho Bezerra fue para compensar el enorme gasto hecho en los fichajes de Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé. El brasileño llegó al Barça por 40 millones y se marchó por 50, una oferta que el club no quiso dejar escapar pese a que sabía que Ernesto Valverde quería que el brasileño siguiese.