Apenas quedan unas semanas para que el futuro de Antoine Griezmann se confirme de manera definitiva, después de varios meses de rumores que en breve podrían cambiar el cartel a oficiales. El Atlético de Madrid no quiere rendirse con su renovación, aunque su destino estaría atado al FC Barcelona.

De entre todos los pretendientes que le han surgido al francés, los catalanes serían los que pujan más fuerte. Le ven como la gran incorporación para su proyecto, en un entorno conocido, con mucho potencial y con aspiraciones muy altas. Precisamente lo que el de Macon espera a sus 27 años, lo justo para dar otro paso adelante en su carrera.

A pesar de que al delantero le tira el sentimiento hacia el bando rojiblanco, su intención es despedirse a lo grande, con un título de Europa League antes de buscar en el Camp Nou objetivos más ambiciosos. Con los 'colchoneros' rozó una Champions, y en una época de necesidad en la Ciudad Condal, espera convertirse en la solución adecuada.

El compromiso de Griezmann con el Atlético, intachable

Si bien es cierto que los seguidores rojiblancos le reprocharon que tenía la cabeza lejos del Wanda Metropolitano, también lo es que Griezmann ha recuperado su compromiso, y ha multiplicado su rendimiento con la llegada de Diego Costa. El hispano-brasileño es el mejor complemento que podría encontrar sobre el césped, y eso le ha catapultado en la fase decisiva del curso.

Desde que el Atlético cayó a la Europa League, el '7' ha jugado seis de siete partidos posibles, y en todos menos en uno dejó un gol, una asistencia o incluso uno de cada. Lleva cuatro tantos y tres pases definitivos, liderando al equipo en eliminatorias tan exigentes como las semifinales frente al Arsenal, en las que ha vuelto a ser determinante.

Ahora, al punta sólo le queda un partido para lograr su adiós soñado, y será muy cerca de casa. En el Parc Olympique Lyonnais, el 16 de mayo y contra el Marsella, se jugará dejar la capital por la puerta grande. Pretende hacerlo como siempre ha logrado, con una gran actuación y más goles que llevarse a la boca, y entonces será el momento de marcharse. Griezmann quiere hacerse grande.