Philippe Coutinho no está resultando ser el jugador que prometía cuando llegó al Barça y muchos aficionados azulgranas han perdido ya la fe en el brasileño. El ex del Liverpool aterrizó en el Camp Nou en el mercado de fichajes de invierno de la pasada temporada, después de que los culés insistieran en él, tras la negativa del club 'red' de vender a su estrella en el verano de 2017. Llegó a Barcelona por un traspaso récord, de 120 millones de euros fijos y 40 en variables, el jugador más caro de la historia del club barcelonista.

Pero las últimas informaciones de Mundo Deportivo aportan una nueva perspectiva para ver el fichaje del brasileño por el Barça. Parece que el principal motivo que llevó a los blaugranas a apostar por él, fue la negativa de Isco a salir del Real Madrid en el verano de 2017. Parece que los culés llegaron a una conclusión antes de finalizar el curso 2016-2017: era necesario fichar a un sustituto para Iniesta. El de Fuentealbilla se hacía mayor y había que buscarle reemplazo. Ahí fue cuando sonó el nombre de Isco.

El malagueño siempre se ha sentido seducido por los colores del Barça y en el Real Madrid no terminaba de hacerse con un puesto fijo en el once inicial de Zidane. Los barcelonistas creían que podían convencer al andaluz de fichar por el Barcelona y dejar la capital de España. Robert Fernández era su principal valedor y era consciente de que podía aprovecharse de su cláusula (80 millones de euros) y de que solo le quedaba un año más de contrato.

Isco no terminaba de sentirse cómodo en el Madrid y se dejó querer por el Barça. Pero 'Zizou' supo reconducir la situación y el problema con el internacional español y en los últimos partidos de la temporada puso a Isco en el once inicial. Su titularidad en la final de la Champions League contra la Juventus fue clave para que el de Arroyo de la Miel decidiera dejar de lado la oferta azulgrana y decidiera renovar por el Real Madrid. Su cláusula subió hasta los 700 'kilos' y el sueño de Robert Fernández se desvaneció por completo.

Fue entonces cuando en el Barça decidieron mirar hacia Inglaterra, donde jugaba un Coutinho que también gustaba mucho a la secretaría técnica. El brasileño era la gran estrella del Liverpool y estaba considerado uno de los mejores futbolistas de la Premier League. El Barcelona intentó entonces negociar con el conjunto de Anfield, que se negó en rotundo a dejar marchar al 'crack' por menos de 200 millones de euros. Evidentemente los barcelonistas no aceptaron negociar y, a pesar de que Coutinho se llegó a poner en rebeldía, no pudo llegarse a un acuerdo.

Neymar dejó mucho dinero y el Liverpool se aprovechó

Hay que tener en cuenta, además, que Neymar dejó tirado al Barcelona casi de un día para otro para irse al Paris Saint-Germain. El Barça tenía mucho dinero y los equipos los sabían e intentaron aprovecharse de ello. Por eso, los culés decidieron dejar en stand by el fichaje del mediapunta para intentarlo en el mercado de fichajes de invierno. Fue entonces, cuando lograron llegar a un acuerdo con los 'reds' por 120 millones de euros y otros 40 en variables.

Más de un año después de ese traspaso, Coutinho sigue sin haberse adaptado. En un primero momento, se pensó en él como el sustituto de Iniesta, pero el brasileño no tiene esas características y nunca ha ofrecido garantías para jugar asiduamente en el centro del campo. Su puesto ideal es, en teoría, en la banda izquierda, pero ahí tampoco ha rendido y Valverde ya no sabe qué hacer o dónde colocarle para que rinda como se espera de él. O se pone las pilas, o quizás este verano el Barça empiece a escuchar ofertas por él.