Generó algunas dudas a su llegada al Camp Nou, pero unos meses después, Ernesto Valverde ha demostrado que el desafío de entrenar al FC Barcelona no le viene grande. Aun estando en construcción, su equipo se ha mostrado implacable y navega seguro en todas las competiciones, algo que no ha pasado desapercibido para sus compañeros y rivales.

El Leganés se cruzará con los catalanes el próximo sábado, y en su banquillo se sentará un admirador entusiasta del Txingurri. Se trata de Asier Garitano, que coincidió con él en el Athletic aunque no llegaron a entablar relación. Sin embargo, el preparador 'pepinero' lo tiene claro: "A mí me gusta mucho más el Barça, antes era más previsible. Sabías lo que iban a hacer… Lo que pasa es que lo hacían a una velocidad increíble. Ahora, con Valverde, te hacen pensar más. Ernesto es capaz de jugar de diferentes formas, usando espacios diferentes, creando diferentes partidos. Y al final, el resultado siempre es el mismo: gana a todos. Será el mejor fichaje del Barça, seguro".

"Creo que le preguntaron si no le venía grande el Barça y que si se le iba a escapar el equipo. ¿Cómo le llamaban? El Tata Valverde o no sé qué… El mismo que igual le hizo esa pregunta, ahora le alabará por su normalidad. Seguro que el único que no ha cambiado en todo este tiempo ha sido él, Valverde. Los que cambiarán serán los de alrededor en función de si gana o pierde", continúa el técnico.

"Él se defiende solo, apenas hay que ver como juegan sus equipos. Está capacitado para entrenar a cualquiera", insiste Garitano, precisamente el entrenador de un Leganés que se ha convertido en una revelación en LaLiga por su buen inicio de temporada.

Victoria importante

A pesar de que todos los triunfos son importantes, los tres puntos que el Barça aspira a conseguir en Butarque pueden ser decisivos, aunque no será fácil arrebatárselos a un conjunto que se ha hecho fuerte en casa para situarse cerca de los puestos europeos y adelantar mucho su objetivo de lograr la permanencia.

El Leganés será una prueba complicada para los hombres de Ernesto Valverde, que tienen ante sí un reto mayor de lo normal: Si ganan a domicilio pondrán más presión a dos de sus perseguidores, Madrid y Atlético, que se cruzarán en el Wanda Metropolitano en un derbi que puede dejar a uno de los máximos aspirantes al título aún más descabalgado. Y ya van ocho puntos.