El de Adrien Rabiot parece el culebrón interminable. Desde hace meses, el futuro del centrocampista francés está en el aire y lo único que se sabe hasta la fecha es que no tiene ninguna intención de renovar su contrato con el Paris Saint-Germain. Tiene muchos pretendientes en Europa y uno de ellos es el FC Barcelona.

El club azulgrana inició las conversaciones con el centrocampista galo el pasado verano, pero el club presidido por Nasser Al-Khelaïfi se negó en rotundo a negociar por su futbolista pese a que sabían su situación contractual. Las posturas parecían muy cercanas y, en enero, se daba por hecha la llegada del jugador al Camp Nou en junio.

Fue entonces cuando todo se torció. Las conversaciones de las dos partes se enfriaron mucho por el cambio de Rabiot y su entorno en sus exigencias salariales y deportivas, que habían cambiado radicalmente para iniciar una auto-subasta al mejor postor. Ahora, el jugador ha cambiado de agente -que antes era su madre- y todo empieza de cero.

Según las informaciones publicadas por el diario Marca, el FC Barcelona no piensa en cambiar su propuesta inicial y esperan un acercamiento por parte del propio Rabiot. Es la condición para que la operación pueda cerrarse. Deportivamente, el jugador sigue teniendo hueco en la futura plantilla, aunque ya no es prioritaria su llegada.

De Jong cambió la prioridad con Rabiot

Hay que recordar que en invierno se cerró oficialmente el fichaje de Frenkie de Jong, centrocampista del Ajax que, a sus 21 años, es uno de los mediocentros con más proyección del panorama mundial. Su llegada, que se producirá en julio, hace que la llegada de Rabiot ya no sea un caso de vida o muerte.

El Barça presentó unas condiciones y no se moverá de ellas, por lo que la pelota está en el tejado del futbolista. Sus condiciones gustan y su situación contractual invita a ficharle, pero ahora le toca al francés mojarse. Rabiot es una buena oportunidad de reforzar al equipo y ahora le toca decidir si sigue en conversaciones con los culés o si acepta otra oferta.