El FC Barcelona volverá a disputar un partido oficial el próximo 31 de diciembre, después de más de 50 días debido al Mundial de Qatar. El equipo culé tendrá el derbi catalán ante el Espanyol, con la baja confirmada de Robert Lewandowski por suspensión, y lo hará con un cuerpo técnico que ha querido ir subiendo la intesidad de los trabajos de manera progresiva. 

Aunque la mayoría de la plantilla no ha perdido la actividad, tras la convocatoria de 17 azulgrana al torneo internacional, Xavi no ha querido forzar a ningún futbolista en sus respectivos regresos. Además, los otros cinco jugadores que tuvieron vacaciones lo hicieron con un plan personalizado de trabajo. Ahora, los técnicos azulgrana han apretado esta semana pensando en el regreso a la competición, coincidiendo con el regreso de la mayoría de los internacionales. 

A falta de la incorporación nada más de los franceses Koundé y Dembélé -que regresarán el lunes–, el grupo ha realizado sesiones de entrenamiento de dos horas durante toda esta semana. Xavi han combinado el trabajo físico con el táctico para no dejar ningún detalle a la improvisación e intentar sacar partido de las jugadas de estrategia, un apartado en el que ha quedado a deber en la primera parte del curso.

Al contrario que otros equipos de LaLiga, que han jugado algunos amistosos durante este periodo, el Barça realizó un primer amistoso entre todos sus integrantes recién este viernes, sumando a los futbolistas del filial Arnau Tenas y Chadi Riad, además de los juveniles Arnau Casas, Ángel Alarcón, Dani Rodríguez y Lamine Yamal. Éste último, de solo 15 años, ha ganado galones para ir convocado al partido de Copa ante el Intercity.

Los últimos detalles 

'Mundo Deportivo' ha señalado que Xavi ha querido rozar el nivel de exigencia que requiere una pretemporada y de hecho lo repetirá la que viene, ya con todo el grupo al completo, para acabar de poner a tono al equipo. A diferencia de un ‘stage’, los futbolistas ahora contaban ya con una base física ya muy buena –especialmente los que no han parado durante el Mundial–, con lo que tampoco era necesario subir las revoluciones más de lo necesario.