La plantilla del FC Barcelona quedó muy señalada tras la victoria, 'in extremis' y con demasiado sufrimiento, ante la Real Sociedad. Se vio la versión más pasiva, sin ritmo y con fallos pronunciados y constantes del equipo. Sin embargo, la "suerte del campeón", como la definió Joan Laporta tras el enfrentamiento, hizo 'presencia' para que Ronald Araújo conectara un buen centro de Ílkay Gündogan y marcara el gol en a última jugada del encuentro. Con épica, sudor y sufrimiento. 

Lo cierto es que Imanol Alguacil pasó por encima de Xavi Hernández en lo que al planteamiento y las decisiones se refiere. Firmó un partido muy completó y mantuvo a los suyos conectados por, al menos 88 minutos. Tuvieron mala suerte, pero en la pizarra han sido superiores y han sacado a relucir varios pecados capitales en el planteamiento del entrenador egarense que, sin lugar a dudas, hay que corregir si se quiere seguir peleando por todos los títulos. 

Un cúmulo importante de errores en el Barça

Y es que el partido pobre del Barça va mucho más allá de lo 'tocados' que estaban por la derrota en el Clásico. Fue una falta de conexión, concentración y, sobre todo, respuestas por gran tramo del partido. No es casualidad que se hayan producido tres pérdidas de balones que hayan provocado tres ocasiones claras para la Real Sociedad. Salieron al campo en modo 'grogui' y, si no hubiese sido por una actuación excepcional de Ter Stegen, la historia hubiese comenzado de manera negativa para los culés antes de que se cumplieran los 3' de choque. 

Los de Xavi no salieron conectados, pero la situación no mejoró ni un ápice con el pasar de los minutos. No supieron reaccionar ante la presión e intensidad que imprimía el conjunto local en cada jugada. Además de que la Real salía de campo propio con mucha facilidad y libertad, los blaugrana dejaron demasiados huecos en la medular que permitió el tránsito libre de los vascos. No iban al 'choque' para ganar duelos y jugadores como Zubimendi, Brais Méndez o Mikel Merino recuperaron y ganaron muchos balones, casi sin oposición. 

Sin alternativas ofensivas... ¡Hasta el minuto 89!

Todos los errores que cometieron de centro del campo para atrás no se compensaron con el rendimiento ofensivo del equipo, que nuevamente fue paupérrimo. Ya contra el Real Madrid habían dejado muy pocas alternativas para sumarse al ataque y generar ocasiones claras, pero ante la Real entre la falta de balón (casi de manera constante) y la poca luz que ofrecieron los atacantes, la ofensiva del Barça se basó en los tres disparos que se produjeron entre el 89 y el 90+1, cuando Ronald Araújo marcó el gol de la victoria.