Aunque Ter Stegen firmó una primera mitad brillante, en la que protagonizó tres paradas antológicas para desquiciar a los delanteros del Villarreal, no pudo evitar la diana de Samu Chukwueze que propició el 1-2 al borde de la media hora de juego, y al inicio de la segunda mitad se equivocó al no proteger el palo corto cuando Ekambi, en vez de centrar, decidió disparar a portería.

El colmo llegó con el tercer gol, obra de Iborra en el minuto 62. Se confirmó así no sólo la remontada del Villarreal al darle la vuelta a un 0-2, sino también la fragilidad defensiva de un Barça que no consiguió sobrevivir sin Gerard Piqué presente en la zaga. La no-presencia del central catalán y su velocidad en carrera provocó un déficit que Lenglet -mermado físicamente- y Umtiti -sin ritmo- lograron contrarrestar.

El Villarreal dispuso de varias oportunidades claras de gol en la primera mitad, pero tres paradas antológicas de Ter Stegen, en dos manos a mano y un remate aéreo, evitaron males mayores. En el segundo acto fue cuando al Barça se le vieron las vergüenzas. Umtiti y Lenglet no acabaron de entenderse en las marcas y dejaron mucho espacio entre ellos, que fue bien aprovechado por la velocidad de Ekambi y Chukwueze.

Tampoco ayudaron las pérdidas de Busquets, Arthur y Arturo Vidal en el centro del campo. Si algo tiene este Villarreal es capacidad de contragolpe, y los dos delanteros de origen africano del Villarreal llevaron un peligro tremendo hacia la portería de Ter Stegen. De hecho, antes de llegar al minuto 70, un disparo de Chukwueze que fue desviado en última instancia por Ter Stegen, y tocó en el travesaño, estuvo a punto de significar el 4-2.

Ter Stegen, con un trabajo excesivo

El FC Barcelona estaba muy tocado en defensa, y el Villarreal no dejó de atacar a pesar de tener la remontada en el saco. Los de Javi Calleja no se dedicaron única y exclusivamente a defender, sino que siguieron presionando al Barça en la medular y, con el robo de algunos balones, provocó serios sustos que por poco hundieron definitivamente al Barça.

Toko Ekambi volvió a disparar en el minuto 71, y Ter Stegen se vio obligado a volver a intervenir para blocar el balón. El partido, en definitiva, se convirtió en los últimos veinte minutos en un auténtico correcalles, con oportunidades claras del Villarreal y también acercamientos del FC Barcelona, que dio entrada a Leo Messi desde el banquillo como principal argumento para 'remontar la remontada'. Un partido de locos.