A pesar de haber empezado la Champions League 2017-18 con buen pie, el FC Barcelona afronta su segundo partido europeo con varias cuentas pendientes. Una victoria en su segundo partido allanaría mucho el camino hacia la fase eliminatoria, y además serviría para romper con una estadística que ha lastrado a los azulgrana en sus últimos intentos de levantar la 'orejona'.

Después de unos años en los que el conjunto catalán era uno de los más temidos del continente, su trayectoria en el torneo se ha visto afectada por un notable bajón de rendimiento en los enfrentamientos fuera de casa, perjudicando sus intereses sobre todo en los cruces decisivos.

En la fase de grupos aún hay tiempo para reaccionar después de un tropiezo, pero en las eliminatorias estos se pagan. Aunque el Barça tiene muy recientes las goleadas en el Parque de los Príncipes y el Juventus Stadium, este es un mal que viene de lejos. De sus últimos seis partidos a domicilio en Champions, los azulgrana sólo han ganado dos, acumulando un desastroso balance en cuanto a goles marcados y encajados.

Cinco tantos a favor y trece en contra han sido una losa muy difícil de superar, con las dos recientes derrotas contra Juventus (3-0) y PSG (4-0), una ajustada fase de grupos contra Celtic (0-2), Manchester City (3-1) y Borussia Mönchengladbach (1-2) y otro tropezón en la eliminación contra el Atlético en la campaña 2015-16 (2-0).

Valverde, pendiente

Si en LaLiga ya ha hecho especial hincapié en recuperar la solidez fuera de casa, Ernesto Valverde no quiere ningún despiste en los partidos a domicilio en Champions. El técnico quiere recuperar la mejor versión del Barça en Europa, y por eso ha programado algunas de sus rotaciones con vistas a la primera visita del curso actual, que será a un estadio José Alvalade donde ya espera el Sporting de Portugal.