Actuación irregular y algo parcial la que llevó a cabo el colegiado del partido de este domingo entre FC Barcelona y UD Las Palmas, Munuera Montero, quien durante la primera mitad mostró hasta cuatro tarjetas amarillas a jugadores del conjunto azulgrana, a pesar de que las entradas más duras llegaron de parte de los jugadores visitantes.

La decisión más surrealista, sin embargo, se dio en una de las últimas jugadas de la primera mitad, cuando Sergi Roberto fue derribado de forma flagrante por parte de un futbolista de la UD Las Palmas, Calleri, y el colegiado no sólo no decidió mostrarle la cartulina amarilla, sino que además amonestó a Sergio Busquets por protestar.

Unos pocos segundos después, cuando el encuentro prácticamente estaba a punto de marcharse al descanso, Jordi Alba también se llevó una cartulina amarilla por protestar la jugada anterior, algo que llevó a los pesos pesados del Barcelona a intensificar sus protestas ante el colegiado, una vez pitado ya el silbido que daba por finalizado el primer tiempo.

El Barça, perjudicado por Munuera

En definitiva, el Barcelona acabó notablemente perjudicado, con dos amarillas en contra, en una jugada en la que debería haber sido Calleri, jugador de Las Palmas, quien viera la tarjeta. Situación incomprensible en mitad de un partido muy trabado, con el Barça sin tener las ideas del todo claras sobre el césped de un Camp Nou vacío.

El FC Barcelona, en cualquier caso, continuó jugando con normalidad e intentó evadirse de las protestas iniciada la segunda mitad. Le fue mejor, dado que poco a poco se reencontró con el buen juego y dispuso de ocasiones para desequilibrar el electrónico.