El FC Barcelona se enfrenta este sábado a otro partido histórico en el Camp Nou, que acogerá al Girona por primera vez como miembro de la Primera División española. Quien se perderá la flamante cita, como mínimo vestido de corto, será Yerry Mina, que se ha convertido en uno de los descartes de Ernesto Valverde. El técnico acepta el debate, pero tiene sus motivos.

Las dudas sobre la gestión del extremeño se han incrementado en las últimas semanas, desde que la lesión de Gerard Piqué, combinada con la de Thomas Vermaelen, le obligara a tomar decisiones. Los planes del Txingurri han quedado más que claros, porque el catalán ha forzado en varias ocasiones y no se descarta que siga haciéndolo en un futuro próximo.

Pese a que muchos entienden que lo mejor sería dar entrada al colombiano, el de Viandar de la Vera ha insistido: El recién llegado debe pagar un peaje, que no es otro que un aprendizaje paulatino a base de mucho esfuerzo en los entrenamientos y un menor ritmo de partidos. De momento, es lo que le toca, porque la zaga es una de las partes más sensibles y no quiere riesgos a estas alturas.

El principal osbtáculo de Yerry Mina es haber tenido que adelantar su llegada al invierno, sin tiempo para que su adaptación tuviera más recorrido sin los títulos en juego. Ahora, como se vio frente al Getafe, puede verse convertido en un objetivo de los delanteros, que saben que todavía no ha interiorizado los exigentes mecanismos de la defensa culé y también tiene mucho por jugarse con sus equipos. Con los espacios que deja el Barça, cualquier error sería fatal.

Vermaelen, la respuesta

En el caso particular del Girona, la situación era bastante sencilla. Si Piqué finalmente no está entre los titulares, el sitio será para Thomas Vermaelen, que ya ha demostrado que es capaz de entenderse con cualquier pareja en la retaguardia. La veteranía, en este caso entendida como el tiempo que lleva en la Ciudad Condal, es un grado, contando además, que el belga necesita rodaje para ir entrando de nuevo en la rotación. Yerry Mina tiene mucho tiempo por delante, y ahora, debe centrarse en su preparación, algo que el de Guachené ha asumido sin rechistar. Su momento llegará.