Después de algunos tropiezos en los pasados mercados de fichajes, el FC Barcelona ha doblado sus esfuerzos para cumplir con su planificación deportiva y evitar sustos, y este verano parece tenerla encarrilada aun con algunos retoques por concretar. En el capítulo de incorporaciones, eso sí, hay un detalle que ha causado cierta sorpresa.

Tras algunas horas de dudas, se hizo oficial que Malcom era nuevo jugador azulgrana, y después de superar las primeras presentaciones, hay ganas de ver lo que el prometedor joven brasileño es capaz de hacer en el Camp Nou. Es cierto que muchos todavía no le han visto jugar y no saben que es lo que puede aportar, pero el de Sao Paulo llega con mucha confianza y está dispuesto a demostrar por qué la apuesta ha merecido la pena.

A sus 21 años, y tratándose de un futbolista al que se le augura un largo recorrido en la plantilla, ha chocado que su cláusula de rescisión se haya fijado en 180 millones de euros. Los últimos acontecimientos ocurridos con Neymar provocaron que se tomaran muchas precauciones a la hora de firmar contratos en la Ciudad Condal, y este está bastante alejado de los que se han redactado recientemente.

Las prisas del Barça, ¿culpables de una cláusula 'asequible' de Malcom?

Sólo hay que echar la vista atrás para darse cuenta que hay una diferencia notable. Yerry Mina es el único que se acerca a su valoración con 100 'kilos', pero para Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho y Arthur han sido 400, y la de Clément Lenglet asciende a 300. Incluso un defensa como el francés se queda por delante, a pesar de que es cierto que es joven, de calidad y también con vistas a las próximas temporadas. Es innegable que cuanto más arriba se juega, más suele aumentar la tasación.

Lejos de ser una casualidad, esta estrategia se aplicó también a las renovaciones, con 700 millones para la cláusula de Leo Messi y 500 para Sergi Roberto, Gerard Piqué y Samuel Umtiti, los últimos en dar el 'sí'. Algo menores son las de Jordi Alba (150) o Sergio Busquets (200), por ejemplo, pero sus casos son distintos porque podrían ser los siguientes en la lista. La tendencia es el aumento.

La justificación principal, en este caso, sería que las prisas obligaron al Barça a trabajar menos en los flecos y más en concretar el fichaje, que la Roma tuvo muy cerca y pudo poner en peligro. Más centrado en cuestiones como la cantidad a pagar al Girondins de Burdeos y al futbolista, dejó un punto caliente que ya sabe que será muy peligroso. Si cuaja en Barcelona habrá que prestar especial atención, para protegerle y volverle a blindar cuando haya oportunidad.