Los últimos días han sido muy especiales para Gerard Piqué, que pudo celebrar este lunes su renovación con el FC BarcelonaEl catalán repasó algunas cuestiones sobre la actualidad tanto futbolística como extradeportiva con los medios oficiales del club, y uno de los temas que recordó con un cariño particular fue su retorno al Camp Nou.

Cabe recordar que el barcelonés se crió en la Masia, pero que firmó un contrato profesional con el Manchester United y estuvo algunos años en Old Trafford con un paso intermedio por el Real Zaragoza. No fue hasta el año 2008 cuando se confirmó la vuelta del defensa al equipo de su vida, entrando a formar parte de la plantilla de los 'mayores'.

"Sabía que llegaba como cuarto central y que había jugadores de la talla de Carles Puyol, de Rafa Márquez o de Martín Cáceres, que había costado 15 millones y yo 5. Pero yo sabía también que había mamado la casa desde muy pequeño y que eso haría que me pudiera adaptar muy rápido", rememoró Piqué.

"Y así fue. En cinco o seis meses ya era titular. He de agradecer a Pep Guardiola que me diera esa confianza cuando sólo era un central de 21 años. En el Barça eso es muy difícil", confesó, dando mucha importancia a un técnico que le dio hasta 45 partidos en su primer año de vuelta a LaLiga. Desde entonces, ha sido una referencia en la defensa.

Cuestión de motivación

Además de hablar sobre los inicios, Gerard Piqué también se refirió al final, y tras revelar que el segundo triplete fue un empujón muy necesario, valoró sus perspectivas de futuro: "No tengo ni idea de donde me llevará la vida. No sé si lo dejaré antes de los 35, después de los 35... Si será cuando acabe este contrato. Sólo pido que me sigan respetando las lesiones y tener la misma motivación porque si pasa me veo aquí muchos años más. Y cuando, por ley de vida, llegue el final, ya veremos qué me depara el futuro".