La de este miércoles fue, sin lugar a dudas, la noche de Arda Turan. El centrocampista turco del FC Barcelona ingresó al terreno de juego a la media hora de partido y, en apenas unas cuantas jugadas, demostró estar más fresco y motivado que nunca. Distribuyó el balón por la línea atacante, encontró profundidad en las líneas de pase y, además, anotó el golazo del empate del Barça en el Borussia Park.

Podría decirse que el jugador otomano cuajó un partido de lo más completo contra el Borussia M'Gladbach, pero lo cierto es que su actuación todavía habría sido mejor de no haber sido por la punta de los dedos de Yann Sommer, el guardameta local.

Y es que, en una de las jugadas de la segunda mitad, y después de haber marcado ya el gol del empate del Barça, Arda Turan probó desde fuea del área un disparo de vaselina que por poco no acabó convirtiéndose en el golazo de la segunda jornada de Champions League 2016-17.

El cancerbero rival se esperaba un disparo potente y raso, pero el turco se sacó de la chistera una vaselina que, por muy poco, Sommer logró desviar a córner. El disparo fue la guinda del recital de Arda Turan durante la media hora que permaneció sobre el césped, convirtiéndose en el jugador que cambió la cara al equipo y fomentó la remontada final.

Con tres goles en lo que va de temporada y actuaciones deslumbrantes como la de anoche, ya hay aficionados que piden la titularidad de Arda Turan en el Barça, o que al menos sea siempre el futbolista "número 12" para dar descanso a hombres de la delantera o el centro del campo. De momento, lo cierto es que el turco se está ganando los minutos a pulso en este comienzo de temporada 2016-17.