Philippe Coutinho no está nada fino en los últimos partidos que ha disputado con el FC Barcelona. De hecho, a lo largo de la presente temporada, no ha conseguido sacar a relucir ese nivel con el que maravilló al barcelonismo cuando llegó al Camp Nou hace aproximadamente un año. Hay una razón más que probable que explique ese cambio de rendimiento.

En 2018, el brasileño fue fichado como relevo generacional de Andrés Iniesta en la posición de interior izquierdo. Es cierto que llegó con el dinero de Neymar, pero el hombre destinado a relevar al actual jugador del Paris Saint-Germain en el puesto de extremo zurdo no era Coutinho, sino que era Ousmane Dembélé.

La idea de Roberto Fernández cuando le trajo procedente del Liverpool era que jugase en el centro del campo, ayudando al resto de jugadores a generar juego con el campo de cara. Así lo hizo en su primera temporada y brilló con luz propia, evidenciando que los 160 millones que costó estaban bien pagados.

No obstante, las cosas empezaron a cambiar en la presente temporada. La irregularidad inicial de Ousmane Dembélé hizo que Ernesto Valverde optase por adelantar la posición de Coutinho para que Arthur entrase en el centro del campo, pero la nueva posición del carioca no favoreció para nada su estilo de juego.

Con la baja de Arthur, se abre una nueva posibilidad para Coutinho

Recientemente los servicios médicos determinaron que Arthur estará de baja un mes por culpa de una lesión muscular. Con Ousmane Dembélé ya recuperado, parece imposible que el francés no recupere su sitio en la delantera, por lo que la posición de Philippe Coutinho podría volver a retrasarse en la medular.

Ernesto Valverde ya dijo recientemente en la rueda de prensa que contemplaba dicha posibilidad, aunque siempre teniendo en cuenta la presencia de Carles Aleñá y de Arturo Vidal. Si finalmente se le da la oportunidad al brasileño de volver al centro del campo, tendrá la posibilidad de confirmarle al Txingurri que, si juega en su posición, puede darle mucho al equipo.