Joan Laporta se ha negado a hablar en castellano ante el juez en el litigio que mantienen el club azulgrana y la empresa MCM para la explotación publicitaria de la fachada de La Masía

Este lunes ha comenzado el juicio en el que la empresa publicitaria reclama 100 millones de euros al Barça por incumplimiento de contrato. El momento tenso de la sesión ha llegado cuando Joan Laporta ha insistido en hacer la declaración en catalán, y el abogado de MCM, el mediático Mario Conde, le ha recriminado su actitud. La vista ha estado a punto de aplazarse por la falta de un traductor, pero finalmente se ha podido hacer sin más incidencias.

"Después de estar aquí esperando desde las nueve de la mañana, creo que tengo todo el derecho a declarar en catalán, que es mi propia lengua y la de mi país", dijo Laporta. El titular del juzgado de primera instancia número 25, Antonio Morales, ha recriminado a Laporta su actitud y le ha ofrecido la posibilidad de volver mañana o jueves para declarar con un intérprete. "Ya le digo que el jueves estoy de viaje", le ha contestado Laporta, que ha vuelto a expresar su indignación: "Me parece una falta de respeto para los declarantes que no haya un intérprete de catalán aquí y ahora". Finalmente, el mismo Mario Conde ha intervenido en el conflicto entre el juez y el concejal del Ayuntamiento de Barcelona. "Señoría, yo aceptaría la traducción que me hiciera a mí otro letrado", ha intervenido.

El mismo Laporta también ha protagonizado una de las otras anécdotas de la jornada cuando, a la entrada, se ha encontrado con Sandro Rosell y le ha negado el saludo.