Si alguien creía que Luis Enrique se ceñiría a la estrategia que siguió contra el Manchester City en el primer gran partido de la temporada, se equivocaba. En aquel partido del 19 de octubre el técnico asturiano apostó en Champions League por un once con tres centrales, incluyendo a Samuel Umtiti junto a Javier Mascherano y Gerard Piqué, con el argentino escorado a la banda derecha y Jordi Alba como carrilero zurdo. 

En este primer Clásico contra el Real Madrid, sin embargo, "Lucho" ha sido más conservador al situar el tradicional 4-3-3 sobre el terreno de juego, con Javier Mascherano y Gerard Piqué como centrales y Sergi Roberto como lateral diestro, siguiendo la tónica habitual en las últimas jornadas y a pesar de la recuperación de Samuel Umtiti, quien ya dispuso de minutos en Copa del Rey frente al Hércules.

La otra gran sorpresa en la alineación del Barcelona fue la no inclusión de Andrés Iniesta, ya recuperado desde hace días de su lesión de rodilla, al pensar Luis Enrique que un partido de semejante intensidad no sería la mejor manera de que el capitán azulgrana regresara al césped, con el peligro de poder recaer en la lesión o verse resentido.

El caso es que "Lucho" apostó por un centrocampista que parece haberse colocado como su "as en la manga" siempre que no puede contar con Andrés Iniesta, André Gomes. El portugués ha ganado la batalla con Arda Turan, Rafinha Alcántara y Denis Suárez y es el habitual interior izquierdo cuando el manchego no puede formar sobre el terreno de juego.

En cualquier caso, se espera que tanto Andrés Iniesta como Samuel Umtiti puedan disponer de minutos en la segunda mitad del Clásico, siempre en función de cuál sea el resultado y las necesidades del equipo blaugrana en ese momento.