En los últimos veranos el FC Barcelona se ha convertido en protagonista habitual del mercado de fichajes, y en este ya ha llegado el inesperado culebrón de turno. De la tranquilidad absoluta, el traspaso de Malcom ha pasado a colocarse en las noticias de plena actualidad, pero se van sucediendo las informaciones y no hay nada en claro sobre el futuro del brasileño.

El asunto va avanzando hora a hora, y en Italia están colaborando en un jaleo que tiene especialmente preocupada, y enfadada, a la Roma. Los 'giallorossi' son los principales damnificados en todo el lío, porque han pasado de tener un crack atado y anunciado a tener que reaccionar para que no salte todo por los aires. 

El acuerdo con el Girondins de Burdeos ya se había hecho oficial, aunque algunas voces apuntan a que no estaba firmado. Esta sería una de las claves del conflicto, porque si no hay documentos sobre la mesa, en la capital lo tendrán más complicado para que fructifique una reacción que todavía no está descartada.

La última discusión enfrenta a los periodistas de ambos bandos, porque mientras los italianos aseguran que el agente de Malcom ha explicado que el bloqueo es cosa de su club, los catalanes señalan que sus representantes están en Barcelona negociando. El interés de los 'marine et blancs' sería sacar más dinero por la venta, aunque habrá que ver cuál es la voluntad de un futbolista al que muchos atribuyen sentimientos completamente opuestos. Lo que sí parece cierto es que su papel resultará decisivo.

El Barça congela la llegada de Willian

La estrategia del Barça por Malcom podría responder al desgaste de las negocaciones por Willian, al que el Chelsea está cerrando la puerta a pesar del interés azulgrana y del delantero. Como los ingleses no tienen necesidades económicas, se han descolgado exigiendo cerca de 70 millones de euros, una cifra que en el Camp Nou no quieren alcanzar a pesar de que el extremo entra en los planes de Ernesto Valverde.

La alternativa del punta del Burdeos tendría dos beneficios claros, y es que además de ser casi nueve años más joven, costaría prácticamente 30 'kilos' menos, un hecho que permitiría amortizar su fichaje con mucho menos riesgo. La primera es una apuesta de rendimiento inmediato y la segunda una operación a largo plazo, aunque habrá que ver si en los próximos días acaban llegando a buen puerto.