Tras los noventa minutos del Villanovense-FC Barcelona, fueron miles los aficionados culés quienes arremetieron en las redes sociales y foros de los principales medios contra el mal juego practicado por los suplentes habituales del equipo azulgrana, que empató ante un Segunda B

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Un dato revela por sí solo el motivo principal de la desilusión culé: el Barça no se quedaba sin marcar en Copa del Rey desde el pasado 20 de abril de 2011, cuando se perdió la final contra el Real Madrid de Mourinho. 35 partidos después, una mezcla de suplentes habituales y canteranos del FC Barcelona trivializó este miércoles el juego azulgrana y acrecentó todavía más el pensamiento entre la afición culé de que vienen malos tiempos para la cantera, y sobre todo que Luis Enrique no tiene soluciones fiables en el banquillo que estén al mismo nivel de calidad que los titulares indiscutibles como Rakitic, Iniesta, Busquets, Jordi Alba, Messi, Suárez o Neymar Jr, entre otros.

El FC Barcelona decepcionó este miércoles, pero no por el empate, sino por no marcar un gol ni al arco iris ni tan siquiera generar ocasiones de peligro claro para la portería rival. El Villanovense se defendió con uñas y dientes y logró dificultar las conexiones al borde del área de los jugadores culés, pero el mérito del contrario no debería ser excusa para los suplentes de todo un campeón de Europa, del triplete la pasada temporada. Adriano, Mathieu, Douglas, Vermaelen, Sandro, Munir...

Ninguno de ellos dio la talla contra un equipo que actualmente se encuentra encuadrado en la decimoprimera posición de su grupo de Segunda División B y que celebró como un milagro el hecho de no encajar gol contra los culés en el primer partido de la ronda de dieciseisavos de Copa.

El aspecto más preocupante del equipo fue su falta de pólvora en ataque, donde parece que sin Messi, Neymar y Luis Suárez es imposible brillar. El tridente culé ha marcado en lo que va de temporada 24 de los 31 goles del FC Barcelona, con el resto de tantos habiendo sido marcado por defensas como Bartra o Vermaelen y por centrocampistas como Ivan Rakitic. Otros dos fueron de la delantera: uno de Pedro Rodríguez en la Supercopa de Europa antes de marcharse al Chelsea, y otro de Rafinha Alcántara jugando como "falso nueve" antes de caer lesionado.

Queda claro que el Barça necesita un banquillo más competitivo para hacer frente a todas las adversidades, y no el que demostró tener contra el Villanovense. De momento los culés se han valido de Neymar y Suárez para superar las prolongadas ausencias de Rafinha, Messi y Andrés Iniesta durante el último mes y medio. Pero el Barça está jugando al borde del precipicio, y si la temporada que viene continúa el mismo banquillo como solución a los problemas de lesiones y sanciones, Luis Enrique tendrá un problema. Puede que los fichajes de este próximo verano -y de invierno, si se ficha-, unidos a las apariciones de Arda Turan y Aleix Vidal y a la posible repesca de canteranos como Denis Suárez y Alen Halilovic ofrezcan alternativas de nivel de aquí a pocos meses.