Hace unos días Ter Stegen celebró su centenario en partidos oficiales con el Barça, y el próximo martes en el Camp Nou podría tocarle el turno a Luis Suárez. El uruguayo acumula 99 partidos como azulgrana en LaLiga, y podría llegar a una cifra redonda en un momento en el que necesita volver a encontrarse con las viejas sensaciones.

Y es que los datos del '9' son, sencillamente, demoledores, puesto que su balance en la competición de la regularidad es difícil de igualar: En los citados 99 encuentros, el de Salto puede presumir de 89 goles y 51 asistencias. Pero esta no es su única aportación al ataque culé, al que también añade una encomiable ayuda en la presión, una gran capacidad asociativa y una tarea invisible pero efectiva a la hora de fijar y abrir defensas.

Además, el fuerte carácter de Suárez ha encajado a la perfección en el vestuario, al que se ganó desde el primer día y donde se ha convertido en amigo inseparable de Leo Messi, con el que comulga tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. En sus casi 100 partidos en LaLiga, el punta acumula un promedio de casi un gol por partido y una asistencia cada dos, además de haber marcado en más de la mitad (56-99) y haber levantado una merecida bota de oro, con 40 goles en el curso 2015-16 con un registro que no se veía desde antes de la época del '10' y Cristiano Ronaldo.

Necesitado de alegrías

En los últimos tiempos, sin embargo, Luis Suárez está recibiendo críticas de un sector de la afición por su bajo rendimiento en las últimas fechas. El charrúa sólo ha anotado una diana a su cuenta en lo que va de temporada, perjudicado por una lesión y un cambio de sistema en el que no acaba de encajar. Pese a todo, el uruguayo intentará resarcirse en su partido número 100, contra un rival que, además, le viene como anillo al dedo.