La pasada temporada, el fichaje de Antoine Griezmann generaba consenso total en el FC Barcelona. La directiva veía clara la oportunidad de mercado de firmar a uno de los mejores jugadores del mundo por 100 millones de euros. Incluso algunos 'pesos pesados' del vestuario culé como Luis Suárez se mojaron públicamente en favor de la llegada del francés.

Pero después del desplante del delantero francés, la situación pareció cambiar mucho. Dolió no solamente que Griezmann acabase dejando plantado al club para aceptar un contrato multimillonario del Atlético de Madrid, sino también las formas que utilizó. No hizo ninguna gracia ni a afición, ni a jugadores ni a directiva el 'show' montado con el documental.

Ahora, la incorporación de Griezmann está en entredicho por parte de todo el barcelonismo. Algunos sectores de la directiva no olvidan y no creen que sea buena idea de pagar 120 millones (20 más que hace un año) por un jugador con su actitud. En el vestuario tampoco ven claro su fichaje, por no hablar de la afición, que le abucheó hace unas semanas.

Según las informaciones publicadas por el diario Sport este domingo, Josep Maria Bartomeu tiene la intención de intentar convencer a la parte de la directiva que duda de Griezmann y también a los futbolistas que ya no le consideran necesario. Dicho medio de comunicación, asegura que el presidente culé será el "árbitro" de la llegada del francés.

La afición del Barcelona ya ha hablado

Por el momento, Bartomeu y el resto de partidarios de fichar a Griezmann están haciendo oídos sordos a los ruegos de la afición del FC Barcelona, que en su mayoría no quiere que el galo vista de azulgrana. Los culés han hablado desde las gradas -en el Barça-Atlético de Liga, donde se silbó al delantero- y desde las encuestas -incluida la de 'FCBN'- en las que se rechazaba en mayor parte el fichaje.

Lo cierto es que pocos parecen entender por qué hay que gastarse 120 millones de euros por un jugador al que no aprueba la mayoría del barcelonismo. Muy seguro tiene que estar Bartomeu de su futuro rendimiento, ya que es un fichaje muy arriesgado si acaba sin salir.