Comenzó la temporada con muchas ganas y muy motivado, pero lo cierto es que el rendimiento sobre el terreno de juego de Nelson Semedo no le da para ser titular en el FC Barcelona ni mucho menos para dar que pensar al barcelonismo que el puesto de Sergi Roberto en el once está en jaque.

El portugués tenía ante si una oportunidad de oro para demostrar que puede ser ese sucesor de Dani Alves que la secretaría técnica esperaba que fuese cuando le fichó procedente del Benfica, pero más que un nuevo Alves parece un nuevo Coentrao. El luso no despega y ante la Real Sociedad se le vieron las vergüenzas.

En el gol de la Real Sociedad quedó retratado, ya que Héctor Moreno le ganó la posición como Pedro por su casa. No obstante, el mal partido del portugués no se constituye solamente de ese error, sería injusto echarle a los leones por eso. Se trata de las sensaciones que transmite cuando está sobre el campo.

La Real Sociedad llegaba con muchas bajas y había planteado un once en el que su banda izquierda era entera para Theo Hernández. El hecho de contar con solamente un jugador pegado a la cal, daba a Nelson Semedo un pasillo ilimitado para incorporarse al ataque desde la banda, abrir el campo y generar peligro, pero tampoco lo aprovechó y se mostró demasiado tímido en ataque.

Esta timidez puede ser propia de un futbolista que acaba de llegar al equipo, pero a Nelson Semedo se le ha acabado el cuento. Lleva un año en el equipo, conoce a sus compañeros y los mecanismos del equipo, por lo que si debe ser el lateral titular en un futuro, debe dar un paso al frente ya, algo que no ha sucedido hasta el momento.

Valverde se hartó y le cambió por Coutinho

A Ernesto Valverde no le pasó desapercibido lo sucedido con el lateral portugués, por lo que acabó tomando la decisión lógica: quitarle del campo, retrasar a Sergi Roberto y darle entrada a Coutinho. Ante el Deportivo Alavés en el Camp Nou también fue sustituido por razones similares. Nelson Semedo terminó la temporada pasada a un buen nivel, pero ha vuelto a decaer. Y en el Barça no sobra la paciencia, por lo que debe despertar pronto.