Este domingo, el FC Barcelona y el Villarreal se encontraron en un partido en el que dos futbolistas desenterraron el hacha de guerra que permanecía guardada desde hacía meses. Se trata de Gerard Piqué y Gerard Moreno, que habían tenido lío hace unos meses en un Espanyol-Barcelona de LaLiga Santander y que volvieron a engancharse.

En concreto, la jugada tuvo lugar en el minuto 51 de partido. El defensa azulgrana recuperó el balón en zona peligrosa y fue presionado por el ex delantero del Espanyol -fichó por el Villarreal el pasado verano- que intentó robarle el balón. Piqué soltó la mano ligeramente y el ariete del equipo castellonense se tiró al suelo pidiendo falta.

Gerard Moreno se levantó rápidamente para ir a recriminarle al culé la acción. Con una sonrisa en la cara, Piqué le acarició la cabeza, algo que todavía encendió más al delantero del Villarreal, que le apartó la mano de malas maneras y se encaró con él. El árbitro se tuvo que acercar para poner paz, aunque en el minuto 78 ambos volvieron a encararse por una dura acción del delantero sobre el defensa. Instantes después, Moreno fue sustituido.

Las rencillas del pasado entre Piqué y Gerard Moreno

A principios de este año 2018, el FC Barcelona y el RCD Espanyol se cruzaron en cuartos de final de la Copa del Rey y los azulgranas se impusieron en el derbi de la Ciudad Condal. Tras la eliminatoria, hubo polémica en el sector blanquiazules por unas declaraciones en las que Gerard Piqué se refería al club blanquiazul como el "Espanyol de Cornellà".

Gerard Moreno fue contundente a la hora de responder. "Estamos orgullosos de jugar en Cornellà-Prat. Todo el mundo sabe que dónde se fundó el club y el que tenga dudas que mire el escudo que lo pone bien clarito", comentó el delantero, que ya inició una guerra dialéctica con su tocayo culé,  Gerard Piqué. 

Pocos días después, ambos equipos se volvieron a encontrar en el partido de Liga, en el que Piqué se llevó el dedo índice a la boca para hacer callar a la afición espanyolist tras marcar un gol que suponía el empate a uno. Minutos después, Gerard Moreno, completamente frustrado, realizó una dura entrada sobre el defensa catalán, montándose una importante tángana en el centro del campo.