La discusión entre FC Barcelona y Real Madrid es una batalla de las que no tienen final, y que suele ser fiel a aquello de que "cuando uno sube, el otro baja". En los últimos años, pese a algunas época salpicadas de blanco, los éxitos han sido azulgrana, y eso es un hecho que en la capital no se ha llevado nada bien.

Tras campañas como el 'villarato' y acusaciones similares, todavía existen campañas de desprestigio contra los catalanes, pero con las pocas opciones de los 'merengues' a nivel nacional, han tenido que ser más rebuscadas. En este caso, en los últimos meses las críticas se han centrado especialmente en algunos jugadores.

Dembélé, criticado con frecuencia 

Aprovechando la gran inversión de los culés en los pasados mercados, exagerada en la presente temporada por la marcha de Neymar, los reproches han llegado contra un club que presume de la cantera por encima de la cartera, y que ha tenido que romper la banca con las dos incorporaciones más caras de su historia.

Dado que los primeros pasos de Philippe Coutinho están siendo bastante firmes, ha sido Ousmane Dembélé el blanco habitual de las críticas. Del francés se cuestiona todo, tanto dentro del terreno de juego como fuera de él, en el que su profesionalidad se ha puesto en duda por unas presuntas malas costumbres, en especial en su alimentación pero también relacionadas con su vida nocturna.

Cuando estaba lesionado, este era un tema recurrente, de la misma forma que el precio pagado por un delantero que no paraba de 'romperse'. Se han esforzado en enterrar que el galo es un proyecto a largo plazo, y ni siquiera cuando ha empezado a arrancar le han perdonado una.  

Ahora, cada participación o ausencia del de Vernon es analizada con lupa. Si juega, se le saca a punta a cualquier detalle negativo, y si no lo hace, se subraya que no se le dan oportunidades, que no se le aprovecha o que no logra ser relevante. Ver para creer, y más cuando hay preocupaciones como Bale, Isco, Ceballos o Llorente sangrando en el vestuario de Zinedine Zidane.

El impulso definitivo para Dembélé

Tras un inicio bastante accidentado, el único objetivo de Ousmane Dembélé debe ser habituarse al Barça y a su sistema y recuperar la confianza a base de minutos, algo que, a su propio ritmo, está logrando. Ernesto Valverde ya ha advertido que no se debe juzgar cada una de sus decisiones, porque dosificará al francés a su antojo y además le usará cuando le considere la opción más adecuada, algo que le permite un grupo muy compensado.

De momento, el futbolista va rompiendo algunas barreras en la Ciudad Condal, en la que se va soltando poco a poco, y en la que se espera que explote a partir de su segundo curso. Para entonces ya llevará algunos meses más de adaptación, y con unas cualidades muy prometedoras, debe empezar a dar pasos adelante. Sin más problemas y sin presiones.