Si con Luis Enrique se dieron algunos problemas de convivencia y entendimiento entre algunos jugadores de la plantilla y el entrenador, como el 'pique' que hubo en la primera campaña de 'Lucho' con Leo Messi o el ostracismo hacia algunos futbolistas como Aleix Vidal y, en alguna ocasión puntual, con Jordi Alba e Ivan Rakitic, parece que con Valverde es todo lo contrario.

El 'Txingurri' es capaz de convencer y mantener la cordialidad con todos sus futbolistas, incluso con los que tienen menos minutos, debido a su actitud pragmática y de visión colectiva, pensando siempre en lo mejor para el equipo y no en individualidades.

Valverde ofrece segundas oportunidades, tiene confianza en todos sus jugadores y, a día de hoy, jamás ha tenido que levantar la voz ni ha tenido ningún problema en el vestuario culé. Cierto es también que, cuando los resultados acompañan, todo es más fácil. Y será clave ver cómo funciona la relación entre el técnico y el vestuario cuando se den algunos malos resultados consecutivos.

Sin embargo, a día de hoy la realidad es que todos los futbolistas hablan maravillas de Valverde, y la afición le ha cogido cariño por el tono amable y conciliador que usa siempre en las ruedas de prensa, y cuando le toca analizar a posibles rivales o valorar situaciones controvertidas.

Valverde prepara al equipo para el futuro

Valverde es una persona de carácter tranquilo, pero le gusta tenerlo todo controlado. Aborda los obstáculos sin inmutarse pero, a la vez, analiza detenidamente las actuaciones y la progresión del equipo a lo largo de la temporada. Metódico, tiene muy clara una cosa: que la clave del éxito continuado con el FC Barcelona no tiene que ver con lo que ya ha logrado... Sino en lo que está por venir.