El Real Madrid le exigió mucho al FC Barcelona en el encuentro de la ida de las semifinales de Copa del Rey. En la primera parte, los blancos mostraron su mejor versión e hicieron mucho daño a la contra cada vez que robaban el balón.

Pero siempre que el equipo blanco se aproximaba al área del Barça aparecía Gerard Piqué. El central catalán completó un partido excelente y fue clave para que el Real Madrid no finalizara varias jugadas que podrían haber terminado en gol.

Piqué fue un muro en defensa y, sobre todo en la primera mitad, sostuvo al Barcelona cuando peor lo estaba pasando. El central estuvo rápido en el cruce, anticipó siempre que tuvo opción, ganó casi todos los duelos por alto y ayudó muchísimo a Semedo cuando Vinicius buscaba el uno contra uno en banda.

Además, como en él es habitual, fue muy importante en la salida de balón culé. En la primera parte, los blancos presionaron muy arriba, y la calidad y la tranquilidad del ya ex internacional español fue decisiva para que el equipo pudiera salir jugando y se quitara algo de presión de encima.

Piqué y su liderazgo y jerarquía en el terreno de juego

El defensa se encuentra en un momento de su carrera dulce y está siendo muy importante en este Barcelona. El catalán es cada vez más líder dentro del campo y su carácter y su jerarquía a la hora de ordenar al equipo en defensa es digna de mención.

Sin Umtiti, que apenas ha jugado esta temporada, el '3' del Barça ha tenido que acostumbrarse a una nueva pareja en el centro de la defensa. Lenglet también está rindiendo bien, pero es Piqué el hombre que lidera a la zaga culé. Contra el Real Madrid fue decisivo y espera seguir siéndolo en lo que queda de temporada.