El diario "MD" ha publicado un artículo en el que asegura, durante las últimas horas, que algunos "entornos afines a la cúpula blanca" del Real Madrid habrían empezado a insinuar que Alejandro Hernández Hernández no es el mejor árbitro posible para el Clásico, debido a su falta de experiencia en pitar partidos de semejante calibre y a las estadísticas que ostenta habiendo arbitrado al Real Madrid. Pese a que son bastante buenas, parece que en el seno del club blanco no gustaría el balance de seis victorias y dos derrotas del conjunto merengue con Hernández Hernández como juez.

Más allá de los resultados en los partidos, podría decirse que Hernández Hernández ha sido muy equitativo cuando ha pitado al Real Madrid: dos penaltis a favor y dos en contra, 17 cartulinas amarillas recibidas y una roja, por 21 amonestaciones a rivales y una expulsión a un contrincante, en unos datos que demuestran que el colegiado no ha perjudicado ni beneficiado al Real Madrid.

De hecho, la realidad es que Cristiano Ronaldo debería agradecerle que, después de expulsarle en Córdoba por una doble agresión la temporada pasada, pusiera sólo una agresión en el acta, recibiendo el portugués por lo tanto únicamente un partido de sanción en Liga BBVA. En este sentido, el citado rotativo no menciona fuentes concretas pero sí asegura que el entorno del Real Madrid estaría llevando a cabo una campaña para presionar claramente a Alejandro Hernández Hernández, posiblemente con el objetivo de que beneficie en alguna decisión al conjunto blanco.

Esos "entornos" recordarían el número de penaltis que los colegiados han pitado esta temporada a favor del FC Barcelona, además de algunas decisiones polémicas que se han tomado en los últimos Clásicos como la expulsión de Pepe por un "planchazo" a Dani Alves. En cualquier caso, si hay algo seguro es que la presión al colegiado irá creciendo a medida que avancen las horas. La duda es si Hernández Hernández sabrá aguantar la presión como es debido y no dejarse intimidar durante el encuentro, intentando ser equilibrado y justo en cada acción.