El joven y talentoso centrocampista del Barça B, Riqui Puig, no pudo participar este lunes en la sesión de entrenamiento del filial, ni tampoco acompañar a los jugadores del primer equipo del FC Barcelona a las órdenes de Ernesto Valverde en la Ciutat Esportiva Joan Gamper.

El motivo no fue otro que la precaución, debido a los golpes y duras entradas que ha sufrido en los primeros partidos de la temporada 2018-19 en Segunda División B con el filial azulgrana, y especialmente este pasado fin de semana contra el Ejea. En una de las entradas en dicho partido llegó a requerir la atención de las asistencias médicas, aunque finalmente pudo completar los noventa minutos.

En el seno del FC Barcelona, en este sentido, existiría cierta preocupación con respecto al físico de Riqui Puig, y a si Segunda B es la categoría idónea para fomentar su correcta progresión, teniendo en cuenta que se trata de un futbolista que posee un gran talento en las botas, pero que todavía no está lo suficientemente curtido a nivel físico.

Necesitará muchas sesiones de gimnasio por delante para triunfar en la élite, pero de momento Riqui Puig se lo toma con filosofía. Este lunes, no pudo acompañar a los diez jugadores del filial y los cinco juveniles que se ejercitaron junto a los jugadores del primer equipo del FC Barcelona, cubriendo los huecos dejados por los internacionales que han sido convocados con sus respectivas selecciones.

Riqui Puig necesita curtirse físicamente

En cuanto a Riqui Puig, en cualquier caso, se espera que poco a poco vaya curtiéndose en Segunda División B con el FC Barcelona, para que así Ernesto Valverde pueda darle alguna que otra oportunidad con el primer equipo azulgrana, si continúa progresando.

En el FC Barcelona buscarán cuidarle, pero también esperan que los árbitros echen una mano a la hora de dar más valor a los jugadores talentosos y creativos, dado que algunas entradas duras recibidas últimamente por Riqui Puig ni siquiera fueron castigadas con falta. Habrá que protegerle, pero Riqui Puig necesitará dar también un paso adelante y darse cuenta de que, si quiere triunfar como futbolista de élite, no sólo cuenta la técnica.