Después de varias semanas contando con todos sus efectivos, el FC Barcelona vuelve a estar dividido: Los internacionales han acudido a sus compromisos con la selección y el resto del grupo continúa en la Ciudad DeportivaEsta situación ha dado de nuevo oportunidades a varios futbolistas del filial, aunque uno de ellos ha tenido que ejercitarse al margen.

Iñaki Peña, Jokin Ezkieta, Juan Miranda, Jorge Cuenca, Ballou Tabla, Abel Ruiz y Álex Collado han sido en esta ocasión los elegidos para ponerse a las órdenes de Ernesto Valverde, que además de los dos guardametas ha echado mano de algunos defensas y varios atacantes para compensar las bajas que de momento tiene en la plantilla.

En la sesión también ha aparecido Riqui Puig, pero en su caso ha tenido que estar apartado realizando trabajo específico. El de Matadepera lleva varios días acompañando a sus compañeros, pero 'marcado' en corto por los fisioterapeutas para tratar de dejar atrás las molestias que arrastra tras sus primeros partidos en Segunda División B, en los que se ha llevado bastantes golpes debido a la dureza de las entradas de los rivales.

Este jueves, el centrocampista podría repetir en la última sesión de la semana para los 'mayores', aunque habrá que ver si está recuperado porque sigue siendo duda para el duelo del Barça B contra el Sabadell. Viernes, sábado y domingo son días libres para el primer equipo, y Francisco Javier García Pimienta está muy pendiente de las evoluciones de uno de sus referentes en la medular.

Barça y Madrid, preocupados por sus filiales

Barça y Real Madrid han coincidido en la última semana en la preocupación por algunas de sus jóvenes promesas, porque la inquietud que a los culés les genera la situación de Riqui Puig o Carles Pérez -que acabó visitando en muletas el hospital tras el duelo contra el Ejea-, a los 'merengues' les ocurre con Vinicius Jr.

El flamante fichaje de Florentino Pérez ha sido relegado a la segunda plantilla, y hay temor de que pueda acabar lesionado por su estilo de juego -veloz y muy dado al regate- o por los más de 45 millones de euros que se invirtieron en su llegada, que podrían generar envidias y alguna tensión en sus encuentros a domicilio.