Ousmane Dembélé es uno de los futbolistas con más potencial del planeta. El francés lo tiene todo para ser uno de los mejores jugadores del mundo en el futuro y el Barcelona espera que pueda llegar al nivel que promete. Esta campaña ya ha dado un paso al frente y cuando no ha estado lesionado ha sido el titular en la banda izquierda del ataque del Barça.

Lleva ya 14 goles en lo que va de curso y ha demostrado en muchas ocasiones que su velocidad y su uno contra uno le convierten en el jugador más desequilibrante que tiene el Barcelona cuando hay espacios. La única duda que sigue habiendo en torno al galo es su carácter y si tiene la cabeza todo lo bien amueblada que debería. Ya se ha hablado muchas veces de su falta de puntualidad para llegar a los entrenamientos, pero lo que no se sabía era que eso ya lo sabían los culés cuando decidieron ficharle del Borussia Dortmund.

Ha sido Robert Fernández, ex secretario técnico del Barça, quien lo ha reconocido en una entrevista para Bein Sports. "Hablando del fichaje de Ousmane Dembélé, yo lo sabía todo. Sabía cuál era la situación, que en el Dortmund llegaba tarde a los entrenamientos", afirmó. Aunque también le quitó importancia poniéndose a él como ejemplo. "Yo también llegaba tarde en el Barça con Johan de entrenador y jugaba todos los domingos. No había ningún problema", explicó.

Robert también habló de la marcha de Neymar al Paris Saint-Germain y cómo reaccionó el Barcelona para gestionar su marcha y rehacer el equipo. "En la situación de la salida de Neymar quemamos todas las naves. Si no hubiéramos tenido tranquilidad hubiéramos cometido bastantes errores porque hubiéramos hecho fichajes que no eran los adecuados. Tuvimos que ir al mercado y nos vimos obligados a pagar más de lo que nos hubiera gustado, pero fichamos a dos muy buenos jugadores como Coutinho y Dembélé", aseguró.

Dembélé llegará hasta donde él decida

Tiene regate, uno contra uno, velocidad y cada vez más gol, en resumen, tiene todas las cualidades futbolísticas necesarias como para ser uno de los extremos que marque diferencias en Europa en los próximos diez o doce años. Pero su verdadero potencial estará condicionado a su manera de trabajar y de entender el fútbol.

Con Mbappé nunca hubo dudas porque siempre se le vio centrado en lo más importante, que era jugar. Dembélé no transmite esa sensación y, en ocasiones, se le sigue viendo despistado. Ya es un gran jugador y a este nivel ya marca diferencias, pero si logra centrarse, se convertirá en uno de los mejores del mundo con casi total seguridad.