Ronald Araújo regresó a Barcelona la primera semana de diciembre, justo el día que se realizaba la vuelta a los entrenamientos de la primera plantilla. Con la sorpresiva eliminación de Uruguay en la fase de grupos del Mundial, el defensor estuvo trabajando el pasado 5 de diciembre, además de conversar con el cuerpo técnico azulgrana.

Una vez terminó esas actividades, ambas partes decidieron que el jugador se tomara unos días libres después de su experiencia en Qatar, donde no pudo disputar ni un solo minuto al no haberse recuperado totalmente de su lesión. El central apostó por Punta del Este, un destino vacacional muy popular de su país, caracterizado por la playa y el sol. 

Araújo fue llamado por el técnico celeste Diego Alonso con la esperanza de que pudiera disponer de algunos minutos tras la lesión que sufrió en un amistoso con la selección ante Irán al final de septiembre. En pleno proceso de recuperación, el Barça accedió a ceder al jugador sin tener el alta y envió a dos fisios de confianza con él, aunque no hubo sorpresa al final. 

De vuelta al trabajo

Justo antes del último partido de Uruguay en el torneo se produjo un cruce de declaraciones entre la entidad catalana y la federación uruguaya, pero después de una semana de vacaciones y desconexión el jugador ha vuelto este miércoles a la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Lo ha hecho para trabajar al margen y con la vista puesta en el derbi ante el Espanyol del próximo 31 de diciembre.

El Barça quiere que el central al menos alcance a estar disponible para el encuentro en el Camp Nou que se disputará en poco más de dos semanas. Igualmente el equipo sabe que no necesita forzar la situación, teniendo al 100% a Christensen y Eric García, entendiendo que Koundé llegaría un poco justo después del Mundial. Igualmente el uruguayo siendo titular en el centro de la defensa y es una de las piezas más importantes de la institución a corto y medio plazo.