El FC Barcelona estaba contra las cuerdas en LaLiga y en la Copa del Rey. En una misma semana se jugaba dos títulos ante un mismo rival: un Sevilla inspirado al que el Barça no le ganaba un solo partido desde 2019. Y ante una situación crítica, la gran suerte ha sido tener a Ronald Koeman en el banquillo del cuadro azulgrana. No solo por lo que conoce de fútbol, sino por lo que significa su inclusión en el equipo. Al ser una leyenda del barcelonismo, tiene completa credibilidad y es la auténtica vaca sagrada de la plantilla

Ni el vestuario, ni la prensa, ni los tres candidatos a la presidencia del club culé han  tenido la osadía de poner en tela de juicio su capacidad de continuar al mando del banquillo azulgrana. Una muestra de su jerarquía se ha evidenciado al ejecutar un cambio drástico en el equipo: jugar con tres centrales y 5 defensas. ¿A qué entrenador se le hubiera permitido utilizar un sistema que no concuerda con el ADN del Barça? Se dio el tupé de sentar a Griezmann en estos dos partidos. ¿Por qué a Koeman no se le exige unos mínimos de posesión de balón?

Koeman ha tenido la personalidad para revolucionar el once. Cambió el dibujo táctico, sentó a Antoine y realizó cambios en el minuto 88 de una semifinal que terminaba a los 90. Pero si además de personalidad, no lo respaldara lo hecho con el equipo, el entorno y el presente del conjunto le habrían devorado como lo hizo con sus predecesores. Fichar a Koeman fue definitivamente un acierto futbolístico, pero también por ser un referente que se mantiene firme.

Los resultados lo respaldan

Después de un arranque difícil de temporada, el Barcelona de Koeman ha respondido de manera satisfactoria durante este 2021. Se ha mantenido en la lucha por el liderato de LaLiga, al acecho de los errores que cometa el Atlético de Madrid, y demostró sus capacidades al remontar las semifinales de la Copa del Rey ante el Sevilla. Con el nuevo esquema, el conjunto azulgrana se ve poderoso.

Asimismo, el técnico holandés ha llevado a cabo la difícil tarea de reestructurar el equipo. Desde su llegada, vio cómo varios referentes abandonaron el conjunto y con ello tuvo que continuar armando su cuadro con jugadores de la cantera. Además de bregar con las continuas lesiones que han perjudicado el correcto desarrollo del cuadro azulgrana. Su talón de Aquiles ha sido la defensa, y es ahí donde las bajas han abundado, pero con este nuevo planteamiento táctico, Koeman ha logrado blindar al equipo, resta observar sus actuaciones de cara a los venideros compromisos de alta competitividad.