En el FC Barcelona "lo único que necesitaba era sentirme apreciado, útil y respetado. En Catalunya pasé cuatro años en prisión, no solo a nivel deportivo, sino también en la vida cotidiana”, habían sido las supuestas declaraciones de Samuel Umtiti a 'canal +' recientemente. Fueron unas palabras que generaron mucha polémica y descondento en la Ciudad Condal, pero el actual fubolista del US Lecce ha salido en su propia defensa, a través de sus redes sociales, para denunciar un error de traducción. 

"A todos los periodistas, periódicos... Si necesitáis ayuda para traducir, me podéis llamar la próxima vez. Dépression es igual a depresión, nada que ver con "prisión" o cárcel. Muchas gracias", escribió el central de 29 años en las últimas horas. Es consciente de todo el revuelo que habían causado las declaraciones y salió al paso para aclararlo. 

Umtiti no escondió su frustración en Barcelona

En cualquier caso, lo que no pasa desapercibido fue la experiencia negativa de Umtiti durante sus últimos años en el cuadro de la Ciudad Condal por las pocas oportunidades que estaba teniendo. No es un secreto para nadie que, si bien aterrizó como uno de los centrales más prometedores de Europa, sus constantes problemas en la rodilla izquierda provocaron que fuese perdiendo 'fuelle' en los planes de Ernesto Valverde, Quique Setién, Ronald Koeman y por último Xavi Hernández. Fue en caída libre hasta que decidió marcharse en búsqueda de nuevas oportunidades. 

"Al principio, después de mi mudanza a España, me sentí apreciado y jugué a un buen nivel. Entonces empecé a sentir desconfianza, me sentí mal y me di cuenta de que ya nadie creía en mí", resumió el nacido en Yaundé, quien no se arrepiente de haber tomado la decisión de marcharse al Lecce, donde sí ha podido tener regularidad y se ha vuelto a sentir futbolista después de todos los 'golpes' en Catalunya. 

La declaración 'real' de Umtiti

Así pues, descartada la polémica por los errores de traducción, lo que realmente apuntó el defensor central fue que "no sé si fue una depresión, pero fue verdaderamente complicado y difícil a todos los niveles. Me encerré mucho con mi gente cercana. Hubo momentos en Barcelona que no quería salir de casa. Mis amigos me decían de salir para cambiar las ideas, pero les decía que no, que quería estar solo. Fue muy complicado".