Tal día como hoy, un 25 de octubre pero de 2014, Luis Suárez hacía su debut con la camiseta del FC Barcelona tras cumplir con la sanción de la FIFA. Visiblemente fuera de forma pero con la ilusión de hacer historia como azulgrana. Y lo hacía ni más ni menos que en un clásico en el Santiago Bernabéu. Casi nada.

El uruguayo salió, sorprendentemente, en el once titular del equipo que entrenaba Luis Enrique, que quería que su irrupción generara el caos en el equipo madridista. Y en una pequeña parte lo consiguió, porque Suárez hizo un debut correcto, asistiendo a Neymar Jr en el único gol culé de la noche. Aún así, el Real Madrid acabaría superando en ese duelo a los azulgrana por 3-1.

Ese fue el preludio de una época, hasta la fecha, más que notable de Suárez en el Camp Nou. Goles, pasión, actitud, intensidad... y una asociación con Neymar y Messi que ya forma parte de los libros de historia del equipo azulgrana e incluso del deporte. La 'MSN' difícilmente volverá a repetirse en su máxima expresión. 

Los números de Suárez en estos años son difíciles de igualar. Un killer increíble que en sus tres temporadas visitiendo de azulgrana ha sumado 124 goles en 160 partidos, además de 61 asistencias que le han llevado en dos ocasiones a ser el mejor pasador de LaLiga. Un tipo que siempre aparece.

Ahora, momentos difíciles

Después de unas temporadas realmente brillantes, su nivel ha bajado drásticamente en este inicio de curso 17-18. Ya no solo por los tres goles que lleva anotados, sino porque es incapaz de asociarse como antes con Messi y sus pérdidas desesperan ya a muchos aficionados. Eso sí, el gol volverá, porque oportunidades tiene y sigue mostrando las mismas ganas que siempre. Un depredador que necesita no comerse la cabeza. Urge, eso sí, buscarle un delantero sustituto de garantías si Alcácer finalmente no continúa en el equipo a partir del mes de enero.