Aunque se hayan visto algunas goleadas en los últimos tiempos, el Clásico siempre suele decidirse por detalles, y con 22 grandes jugadores sobre el terreno de juego, puede pasar de todo. El FC Barcelona busca una victoria en el Santiago Bernabéu que descolgaría al Real Madrid de la lucha por LaLiga, y hay un problema de los blancos del que los culés quieren sacar petróleo.

A pesar de su calidad, Sergio Ramos es a menudo víctima de su exceso de impetuosidad, que le ha costado apuntarse el dudoso récord de ser el futbolista con más expulsiones en la historia del campeonato nacional. Unas veces por lances del juegos y otras por pura rabia, al central le pierden tanto las amarillas como las rojas.

Y en sus duelos contra el Barça tampoco es una excepción. En las 38 ocasiones que se han encontrado, el sevillano ha visto 17 tarjetas amarillas y 5 rojas, 3 de las cuales han llegado en los últimos 9 compromisos ligueros. Junto a Casemiro, es uno de los hombres más peligrosos del y para el Madrid, por sus grandes cualidades defensivas y una tendencia notable al descontrol.

El arma definitiva

Aunque las bajas dificultarán el balance ofensivo azulgrana en el Santiago Bernabéu, los catalanes tienen una de las mejores armas contra el conjunto 'merengue', una que precisamente ya ha desesperado en alguna ocasión a Sergio Ramos. Leo Messi ha llevado de cabeza a la defensa blanca en un Clásico en el que es especialista, y no sería la primera vez que los rivales pagan su frustración con las piernas del argentino. Todo detalle cuenta.