En enero y febrero le ha tocado hace un esprint hacia la final de Copa del Rey, y el esfuerzo le ha acabado pasando factura al FC Barcelona en LaLiga. El vestuario azulgrana está tranquilo por el trabajo que ya lleva acumulado y porque considera que es un bache temporal, pero entre las conclusiones positivas, si es que las hay, está que ha llegado en el momento adecuado

Como ya destacó Ernesto Valverde en rueda de prensa, ahora hay una semana entera para recuperar fuerzas y hace borrón y cuenta nueva, para reencontrarse con la victoria frente al Eibar justo antes de que vuelva la Champions. La flamante racha de imbatibilidad de los catalanes ha sido una de las claves para tener un margen importante, y cuando llega la hora de la verdad, las opciones aún están muy intactas.

Cabe destacar que la vara de medir está en un límite muy alto de exigencia para el Barça, a fin de cuentas el que juzga a los grandes campeones. Pero era poco realista pensar que se lograría aguantar todo el curso viento en popa y a toda vela. Aunque es cierto que son dos semanas sin conseguir una victoria, las sensaciones no han sido del todo malas, porque la insistencia y las ocasiones han estado, y lo único que ha faltado ha sido rematar el premio.

Antes de la Champions

Otro factor a considerar es que el bache ha llegado en un momento que no es del todo grave. Sin que se convierta en una excusa o un exceso de confianza, la renta en Laliga permite algunos despistes, algo que no permitirá una Champions que vuelven en apenas unos días. De momento ha llegado el primer aviso cuando hay tiempo para la reacción, algo que no habrá cuando se acumulen las eliminatorias y los partidos decisivos.

La plantilla está mentalizada para seguir remando y volver a la dinámica positiva que enamoró hace unas semanas, la que puso a los culés en el camino hacia el triplete y de la que sólo se han alejado momentáneamente. Porque este grupo tiene pinta de campeón, y aunque ha demostrado que es humano, tiene capacidad de sobra para levantarse y rematar la temporada. Ahora sí, el momento está muy cerca.