Robert Lewandowski se ha convertido en uno de los nombres del verano tras su llegada al FC Barcelona. El polaco liderará el nuevo proyecto de Xavi Hernández, pero más allá de estar considerado como uno de los mejores jugadores del mundo, ha sabido también diversificar sus inversiones en el mundo de los negocios.

El nuevo jugador del Barça se ha posicionado en los últimos años como uno de los futbolistas mejor pagados a nivel mundial gracias a unos ingresos que, según 'Forbes', superan los 30 millones de euros como consecuencia de su contrato profesional y patrocinios. En 2021 solo jugadores como Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar ganaron más dinero que el polaco.

Su salario en Múnich alcanzaba los 20 millones de euros, llegando hasta los 33 'kilos' estimados por la publicación norteamericana durante el pasado año. Las cantidades proceden de sus acuerdos con firmas y compañías como Nike, Huawei y Procter & Gambl, aunque en estos casos es su imagen la que le procura los beneficios siendo solo la imagen de las campañas.

La joya de la corona para Lewandoswki es sin duda su marca RL9 . De hecho, diversas informaciones apuntan a que existe un compromiso con el FC Barcelona para que el polaco luzca el número que le da sentido a su carrera y trayectoria empresarial, que de momento está en manos de Depay. Bajo su marca el delantero tiene en marcha varios proyectos muy ligados también a su mujer Anna Lewandoswka.

Foods by Ann es el negocio centrado en alimentación y fitness que capitanea la ex karateka polaca en el que Lewandoski tiene su propia gama de productos. Algo similar sucede con la marca de ropa 4F con la que el delantero ha lanzado una línea de prendas deportivas y con la que también colabora de forma activa con su esposa.

Patrimonio

No es de extrañar que el polaco también haya decidido apostar por las inversiones inmobiliarias. A la espera de decidir cuál será su residencia en Barcelona, la familia del futbolista ya posee un apartamento en la mejor zona de la capital polaca, valorado en 7 millones de euros, y una villa en Mallorca que le costó al jugador 3,5 millones.