El inicio de la temporada 2018-19 no fue sencillo, pero tras algunos baches, el FC Barcelona puso la directa. Brilló en Champions y trasladó su solvencia a LaLiga, además de ir remando hacia adelante en la Copa del Rey. Tantos esfuerzos le han acabado pasando factura, y tras encontrar otro obstáculo importante, llega un parón en el que toca aclarar los pensamientos.

El bajón que tantos insistían en pronosticar ha llegado en el mes de febrero, con tres empates cosecutivos. El torneo del 'KO' había dado algún aviso con derrotas aisladas, pero como se cumplía en los partidos de vuelta, la ilusión tapaba las carencias. Eso subió la cuota de fatiga, y ahora, Valencia, Real Madrid y Athletic Club han hecho sonar de nuevo las alarmas.

Lejos de dejarse llevar por el pesimismo, toca recordar que los catalanes están en una posición de privilegio, y que tienen margen suficiente como para reaccionar. Hay que tener en cuenta que es imposible por naturaleza estar al máximo toda la campaña, por lo que es entendible que de vez en cuando haya un toque de atención, un reinicio y la voluntad y la inercia para volver a mejorar.

Eso es lo que intentará Ernesto Valverde en uno de las pocas treguas que le brinda el calendario, con una semana sin partido entre domingo y sábado (entre Athletic Club y Real Valladolid). La respuesta del Txingurri ha sido inmediata, y la plantilla tiene dos días de fiesta para tratar de refrescar las piernas antes de otro sprint hacia los títulos. El desgaste desde el 1 de enero, tanto a nivel físico como mental, ha sido de locura.

Ahora los culés se centran en arrancar de nuevo hacia su mejor nivel, algo que han hecho después de todos los tropiezos acumulados a lo largo del curso. No hay que obviar que este 'break' le vendrá bien a los 'tocados' como Messi, Dembélé, Lenglet o Suárez, a los exigidos como Piqué, Busquets o Rakitic y descontará algunos días en la recuperación del necesario Arthur, lesionado en el peor momento.

Pero además de contar con un factor clave como el descanso, toca apostar por otro como las rotaciones, que definirán si este equipo se mantiene vivo hasta el final de la campaña o se acaba quedando por el camino. Malcom o Carles Aleñá lideran una segunda unidad que pide oportunidades a gritos, y los Boateng, Murillo o Vermaelen también deben empezar a sumar. Eso, aclarando que no hace falta jugársela con revoluciones, simplemente mezclando titulares y suplentes con el objetivo de ganar y conservar energías.

El Barça sigue en buena posición antes de unas semanas decisivas

Y aunque es cierto que el Real Madrid pasa por un buen momento, no hay que obviar que la situación del Barça no ha cambiado, ya que tiene más ventaja en LaLiga que la que poseía semanas atrás. El principal perseguidor se ha quitado el rojo para vestir sólo de blanco, y hoy dos Clásicos que aparecen como la ocasión perfecta para apretar por la Copa y el campeonato de la regularidad. La confianza que se ha ganado este equipo hay que otorgársela, y en el momento en el que está más exigido, toca empezar a remontar.