Tuvo que esperar un año y nueve meses para volver a enfundarse la camiseta del FC Barcelona en LaLiga, pero después de tanta inactividad, Thomas Vermaelen superó las expectativas. Convertido en la única alternativa para Mestalla por las bajas de Gerard Piqué y Javier Mascherano, el belga dejó buenas sensaciones haciendo pareja con Samuel Umtiti.

Desde luego, todo es más sencillo cuando se juega al lado del francés, pero el de Kapellen estuvo bien tanto a nivel colectivo como individual, respondiendo con acierto a la mayoría de los envites de los delanteros valencianistas. Tanto en estático como a campo abierto tomó casi siempre las mejores decisiones, y el equipo agradeció que se mantuviera, como en los últimos meses, una impecable seguridad atrás.

Que Vermaelen ha mejorado desde su último partido con el Barça es un hecho, y es que mostró un tono físico -que le permitió ajustar mejor en lo táctico- más trabajado que en la Copa del Rey frente al Murcia. Era un duelo más exigente contra un aspirante a LaLiga, pero el defensa demostró que Valverde tiene más opciones en el vestuario e incluso se permitió el lujo de rondar el gol, rematando un saque de esquina que finalmente se le fue alto. 

Un borrón

Si algo debe olvidar Thomas Vermaelen de su actuación contra el Valencia es su presencia en la 'fotografía' del gol de Rodrigo, en uno de los primeros acercamientos de los 'che' en la segunda mitad. El centro de José Luis Gayà no lo alcanzó Ter Stegen, igual que el belga no llegó a tapar a un delantero que se le escapó por unos centímetros, los justos para meter el pie y complicarle la vida al Barça.