El FC Barcelona recibió la negativa de Antoine Griezmann a fichar por el club a principios del pasado verano y la secretaría técnica empezó a moverse para encontrarle sustituto al que tenía que ser el fichaje bomba del verano. Rastreando el mercado y casi por sorpresa, la entidad catalana oficializó el fichaje de Malcom, extremo del Girondins de Bordeaux.
El brasileño se estrenó en pretemporada con el FC Barcelona mostrando un nivel muy interesante ante rivales de entidad en los amistosos, pero su situación cambió cuando empezaron los partidos oficiales. El gran papel de Ousmane Dembélé, que se hizo con la titularidad en la banda izquierda, le relegó a un segundo plano.
Para más inri, durante un entrenamiento de hace casi dos semanas, Malcom cayó lesionado por un esguince de tobillo. El tiempo de recuperación no fue especificado, pero este domingo el brasileño ha vuelto a entrenarse con el grupo. Un regreso esperado, ya que es uno de los fichajes que ha mostrado mejor nivel en lo poco que se le ha visto.
Malcom está llamado a ser un jugador importante para el FC Barcelona, pero su protagonismo también dependerá mucho de si Dembélé sigue a un nivel tan estratosférico como el mostrado hasta ahora. En ese caso, el brasileño lo tendrá más complicado para tener protagonismo, ya que es sabido lo poco que le gusta cambiar lo que le funciona a Ernesto Valverde.
Malcom, necesario para rotar
Malcom llegó al FC Barcelona después de mostrar un nivel muy interesante en el Girondins de Bordeaux, equipo en el que exhibió su desborde, su velocidad y su disparo desde la media distancia. Ahora está en pleno proceso de adaptación pero, a sus 21 años, se espera que el jugador plasme su proyección sobre el campo.
La temporada es larga y la acumulación de partidos importantes en el calendario juega muy en favor de que el extremo brasileño tenga protagonismo en el equipo. El hecho de que pueda jugar tanto en la derecha como en la izquierda también le permitirán a Malcom tener más posibilidades una vez entre en la dinamica competitiva.