No se le notó a Rafinha Alcántara la inactividad ni tampoco el llevar seis meses sin jugar con el FC Barcelona. El interior sorprendió al entrar en la lista de convocados para el Clásico ante el Real Madrid y volvió a repetir en el encuentro de ida de cuartos de Champions League frente al Atlético de Madrid. Momento perfecto, pensó Luis Enrique, para volver a hacerle jugar con la blaugrana.

Y así fue cuando el canterano volvió a jugar con el Barça. La afición del Barça le dedicó una gran ovación a pesar del momento del partido (el Barça empataba a uno ante los rojiblancos). Entró por Ivan Rakitic y ayudó a imprimirle al encuentro esa velocidad necesaria que dan unas piernas descansadas como las suyas.

Media hora estuvo a pleno rendimiento el hijo de Mazinho que ya había jugado con la selección olímpica de Brasil en el pasado parón por selecciones. Un encuentro donde, precisamente, dio una asistencia de gol. En esta ocasión no hubo asistencia pero de buen seguro que la remontada le ha dado incluso más felicidad que un pase de gol.

Con ello, Rafinha pone punto y final a un calvario que comenzó el 17 de septiembre tras un partido de Champions ante la AS Roma. En aquel encuentro fue el centrocampista belga Nainngolan el que le realizó una entrada a destiempo y que le rompió los ligamentos de su rodilla derecha.