El Chelsea de José Mourinho sufrió un nuevo varapalo en la Premier League 2015-16 perdiendo contra el Everton a domicilio (3-1), lo que hunde a los 'blues' en la clasificación y les coloca a una distancia del líder, el Manchester City, que da miedo a estas alturas del curso

El Chelsea de José Mourinho volvió a caer derrotado una jornada más en la Premier League 2015-16 contra el Everton de Roberto Martínez en Goodson Park, lo que significa la tercera derrota en cinco jornadas para los 'blues' y, con sólo 4 puntos, el peor arranque del equipo londinense en la competición doméstica desde hace 29 años.

Una vez más, al actual campeón de la Premier League volvió a faltarle la intensidad y fluidez necesarias en el juego -sobre todo en el medio campo- para contrarrestar la motivación y electricidad ofensiva del Everton, que con una defensa férrea y tras conseguir dos goles en la primera mitad tuvo la oportunidad de encerrarse atrás para salir al contraataque y hacer estragos en la defensa rival.

Con todas las estrellas sobre el terreno de juego, incluido Eden Hazard, el Chelsea de Mourinho no consiguió materializar jugadas claras de peligro para la portería de Tim Howard, que pese al gol de Nemanja Matic no dispuso de demasiado trabajo bajo palos. Minutos antes del gol del serbio había sido Naismith quien, por partida doble y tras aparecer sobre el césped en sustitución del lesionado Besic, ya había adelantado a los 'tofos' en el marcador.

En el Chelsea destacaron Asmir Begovic por algunas grandes intervenciones en ambas partes del encuentro y también Pedro Rodríguez, que a pesar de no brillar como en el día de su debut a nivel ofensivo sí realizó un gran trabajo en defensa que permitió recuperar muchos balones al conjunto visitante. En el segundo acto, y todavía con el 2-1 en el marcador, Mourinho movió el banquillo en busca de soluciones y sacó a tres hombres de clara vocación ofensiva como son Radamel Falcao, Kenedy y el brasileño Willian.

Ninguno de ellos, aun con Diego Costa y Eden Hazard todavía sobre el terreno de juego, consiguió hacer temblar el muro defensivo del Everton, que en los últimos minutos aprovechó un contraataque y sentenció el partido de nuevo gracias a Naismith, con diferencia el mejor jugador del duelo.