El FC Barcelona arrancaba la temporada 2017-18 muy tocado, con un verano doloroso en materia de fichajes y un revolcón contra el Real Madrid en la Supercopa de España. Se preveía una campaña difícil en el estreno de Ernesto Valverde en el banquillo, pero finalmente el vestuario se levantó y los azulgrana confirmaron un prometedor doblete. Hoy el extremeño podría ver recompensados sus esfuerzos.
El de Viandar de la Vera se encuentra entre los 10 finalistas al premio 'FIFA The Best' en categoría de entrenadores de fútbol masculino, por los méritos contraídos a lo largo de la pasada campaña. Cabe recordar que en su haber ya hay dos trofeos, los de LaLiga 2017-18 y la Copa del Rey 2017-18.
El Txingurri revolucionó la táctica del conjunto catalán, que pasó de su clásico 4-3-3 a un 4-4-2 asimétrico, en el que encajó varias piezas de cualidades muy distintas en los meses que duró un curso muy exigente. De esta forma, logró devolver la solidez a un equipo que se descosía por la defensa, y que fue capaz de ganar el título liguero perdiendo apenas un partido.
Entre las cuestiones a mejorar están la gestión de oportunidades de la cantera o un mejor rendimiento fuera de casa, pero hay que destacar que el examen, tras un primer año de circunstancias, llegará en la temporada 2018-19. Con menos jaleos en la plantilla y con algunas peticiones que se ajustan más a sus exigencias, se podrá valorar su tarea con mayor precisión.
Mucha calidad en el Mejor Entrenador del curso 2017-18
El hecho de que esta temporada haya coincidido con la disputa del Mundial ha multiplicado la calidad del galardón, que tiene entre sus favoritos, a Didier Deschamps. La representación internacional también queda patente, ya que se ha incluido a otros seleccionadores como Stanislav Cherchesov, Zlatko Dalic, Roberto Martínez o Gareth Southgate.
El fútbol de clubes ha quedado igualmente bien representado, porque se han señalado aspirantes con grandes logros a nivel nacional o europeo. Massimiliano Allegri, Pep Guardiola, Jürgen Klopp, Diego Simeone, Zinedine Zidane y el propio Ernesto Valverde son una clara prueba de ello.