Los jugadores de Valencia fueron recibidos por su propia afición como el equipo visitante, ante un ambiente muy caliente. Miles de hinchas del conjunto valenciano increparon a sus propios jugadores a la llegada de estos a Mestalla y los acabaron llamando "mercenarios"

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En las horas previas al Valencia-FC Barcelona perteneciente a la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, casi un millar de aficionados valencianistas recibieron a sus propios jugadores con un ambiente infernal. Gritos en su contra, silbidos y abucheos para los hombres de Neville que entraron en Mestalla con el autobús del equipo y ante la reprimenda de una afición que no perdona.

Y es que ese siete a cero, unido a la grave crisis que vive el conjunto valencianista después de sumar un buen número de partidos sin ganar, escuece y mucho dentro de la hinchada. Es por ello que no sorprendió a nadie que se coreasen los típicos cánticos de las aficiones en estos momentos, como el "jugadores, mercenarios".

El club preparó a la banda musical justo en los aledaños del estadio para que tocase varias estrofas del conocido "Paquito el chocolatero" con el que trataron de mitigar las ofensas e insultos hacia sus hombres. Algo que cambió diametralmente con el recibimiento que tuvo el autobús del FC Barcelona, ante el que a diferencia de otros encuentros, en el que siempre se mostraron hostiles hacia los culés, mostraron en esta ocasión su indiferencia.

Algo muy parecido a lo que se vivió sobre el terreno de juego de Mestalla. Con un ambiente fantasmal, los blaugranas saltaron a calentar primero, y a jugar después sin que ningún aficionado les silbase e incluso se pudo escuchar algún que otro aplauso, perteneciente a la afición barcelonista desplazada. El llamamiento de diferentes sectores de la afición ché, como la Grada Nord, que pidieron no acudir al encuentro como protesta, surtieron efecto y muy pocos valencianistas presenciaron un ridículo partido.