En un hecho nunca visto antes en el mundo del fútbol, el árbitro del Estudiantes-Gimnasia decidió prescindir de la tarjeta amarilla y se la entregó al cuarto árbitro. Habló con los capitanes y les advirtió de que cada entrada dura sería tarjeta roja

Durante el partido entre Estudiantes de La Plata y Gimnasia y Esgrima de La Plata (1-1) se vivió una situación de lo más insólita en el mundo del fútbol. El árbitro del encuentro, Carlos Maglio, se cansó de ver entradas duras por parte de los dos equipos y optó por llevar a cabo medidas drásticas. Durante los últimos diez minutos de partido, le dio la tarjeta amarilla al cuarto árbitro y se limitó a sacar la roja siempre que hubiera una entrada lo suficientemente dura como para ser castigada con tarjeta.