Mourinho ha vuelto a protagonizar una de sus habituales salidas de tono en la Premier League. Rabioso en el tramo final del Crystal Palace-Chelsea (1-0), ha reprochado a un joven recoge-pelotas que tardara tanto tiempo en dar el balón a sus jugadores

Mourinho sigue con su "show" particular en la Premier League. Este sábado, en el último tramo de la sorprendente derrota del Chelsea contra el Crystal Palace (1-0), la ha tomado con un joven recoge-pelotas en la banda, reprochándole que tardara tanto en repartir balones a sus jugadores. Al final del encuentro, cuando le han preguntado por sus palabras hacia el niño, todavía ha incrementado más la polémica. "Le he dicho al recoge-pelotas que si volvía a hacerlo vendría un jugador y le golpearía".

Día sí y día también, "Mou" parece dispuesto a alterar los ánimos de los entrenadores, jugadores y aficionados rivales con actos impropios para un entrenador. Quizás sea por eso por lo que Alex Ferguson, como muchos medios ingleses aseguraron el año pasado, decidió no escogerle a él para sustituirle en el banquillo del Manchester United. Él, en cambio, decide vivir en su mundo de controversia y continuar siendo "The Special One", pero en un sentido repleto de connotaciones negativas para el fútbol. El mal perder del técnico portugués continúa presente. Por suerte, esta vez no le ha metido el dedo en el ojo a nadie.