El delantero azulgrana marcó dos veces en un amistoso benéfico en Brasil. Neymar incluso se marchó en calzoncillos del terreno de juego sin pasar nada de frío

Los amistosos son un clásico de estas fechas, no sólo aquí. Salvo en Inglaterra, donde se mantienen las competiciones oficiales para facilitar la presencia de los niños, en todas partes se montan partidos amistosos, algunos de los cuales tienen más de espectáculo que de deporte. Es el caso del enfrentamiento benéfico contra el hambre entre los amigos de Neymar y los del grupo de música brasileño Só Pra Contrariar, que acabó con empate a ocho goles.

El delantero azulgrana marcó dos veces y estuvo a punto de hacer el gol de la noche en un remate de tijera. El show de Neymar continuó cuando cogió el volante de la camilla mecánica para llevar a su amigo Robinho, con el que compartió vestuario en el Santos. Y como en Brasil acaban de estrenar el verano, Neymar incluso se marchó en calzoncillos del terreno de juego sin pasar nada de frío.